El estrés. Sentimos sus efectos todos los días: la tensión en los hombros, la mente que no para, esa sensación de estar constantemente abrumado.
Pero, ¿qué es exactamente?
Ahora, aunque los filósofos estoicos no usaban esta palabra, se obsesionaron con el mismo fenómeno.
Ellos lo llamaban pathos, que se traduce como "pasiones" o "emociones perturbadoras".
Entendían que la ansiedad, el miedo y la preocupación —los ingredientes principales del estrés crónico— no eran inevitables, sino el resultado de un pensamiento erróneo que podía ser corregido con la práctica de la virtud.
La Causa Raíz del Estrés según el Estoicismo
Si le preguntaras a un estoico por qué estás estresado, no te hablaría de tu jefe, del tráfico o de tus problemas de dinero.
Te diría que la causa no está en los eventos externos, sino en tus juicios sobre ellos.
El estrés, para el estoicismo, es el subproducto de gastar nuestra energía mental y emocional en cosas que no podemos controlar.
Es la fricción que se genera cuando nuestras expectativas chocan con una realidad que no se pliega a nuestros deseos.
La herramienta fundamental para diagnosticar y disolver esta fricción es, por supuesto, la Dicotomía del Control.
Herramientas Estoicas Prácticas para Combatir el Estrés
Una vez que entendemos que el estrés nace de nuestros juicios, podemos empezar a usar herramientas para entrenar nuestra mente y cambiar esos juicios.
Aquí hay tres de las más efectivas:
Praemeditatio Malorum:
La Vacuna contra la Ansiedad Futura
Gran parte de nuestro estrés viene de la ansiedad por lo que podría pasar.
La Praemeditatio Malorum, o premeditación de los males, es un ejercicio donde visualizamos posibles escenarios negativos para prepararnos mentalmente.
Al hacerlo, le quitamos el poder a lo inesperado y creamos planes de acción, reduciendo drásticamente el estrés que genera la incertidumbre.
Amor Fati:
Aceptar lo que no Podemos Cambiar
El estrés es fricción, es la resistencia a la realidad. El Amor Fati es el lubricante que elimina esa fricción.
Al practicar la aceptación radical de los eventos que están fuera de nuestro control, dejamos de luchar batallas inútiles contra el destino.
Esta aceptación no es pasividad, es una liberación de energía que antes se gastaba en quejas y frustraciones.
El Diario Estoico:
Tu Espacio para Procesar la Carga Mental
El estrés a menudo se siente como un nudo de pensamientos caóticos en nuestra cabeza. El Diario Estoico es la herramienta para desenredar ese nudo.
El simple acto de escribir tus preocupaciones, analizarlas bajo la luz de la Dicotomía del Control y planificar tus respuestas virtuosas, las externaliza y les quita gran parte de su poder emocional.
¿Existe un "Estrés Bueno"?
Eustrés vs. Distrés desde la Filosofía
Finalmente, es interesante notar que no todo estrés es malo.
La ciencia moderna distingue entre "distrés" (el estrés negativo y agotador) y "eustrés" (el estrés positivo, que nos motiva y nos desafía a crecer, como el que sentimos antes de una competencia o al empezar un proyecto nuevo).
Los estoicos entendían esto perfectamente. No buscaban una vida sin desafíos, sino todo lo contrario.
Entendían que los desafíos son oportunidades para practicar la virtud. El eustrés, desde una perspectiva estoica, es la presión necesaria que nos fortalece y nos hace más resilientes.
Conclusión:
Tenés las Herramientas para Recuperar la Calma
La visión estoica sobre el estrés es profundamente liberadora.
Nos enseña que el problema no son los eventos externos, que siempre serán impredecibles y a menudo difíciles.
El verdadero problema —y por lo tanto, la verdadera solución— reside en nuestros juicios.
El estrés no es lo que nos pasa, sino cómo elegimos responder a lo que nos pasa.
Y como hemos visto, tenés a tu disposición un arsenal de herramientas mentales probadas durante siglos para asegurarte de que tu respuesta sea siempre la más sabia, calma y racional posible.
¿Qué situación te genera más estrés en tu día a día? ¿Cuál de las herramientas estoicas que vimos te parece más útil para empezar a aplicarla?
¡Contanos en los comentarios!
